En este artículo te explicaremos las principales diferencias entre alta tensión y baja tensión eléctrica, así como sus distintas características y aplicaciones en una instalación eléctrica.
En los países del primer mundo, estamos acostumbrados a utilizar la energía eléctrica de manera rutinaria. Encender la televisión, disponer de luz para leer un libro o ducharnos con agua caliente, son acciones de nuestro “día a día”, a las que estamos acostumbrados y en las que apenas nos paramos a pensar.
Para que todo este proceso sea efectivo, es indispensable la electricidad, la forma de energía que mejor se adapta a las necesidades del ser humano. Sin embargo, la electricidad destaca porque no se puede almacenar en grandes cantidades, por lo que se genera cuando se demanda.
Sin embargo, la realidad es que para que este sistema se materialice hay un complejo proceso detrás que se inicia en una central de generación y que acaba en los hogares y empresas españolas. En todo este proceso, que permite que la electricidad llegue a nuestros hogares y empresas de inmediato, la tensión eléctrica tiene un papel protagonista.
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¿Qué es la tensión eléctrica?
Es la fuerza que ejerce una fuente de energía de un circuito eléctrico, que se encarga de empujar los electrones cargados, a través de un canal conductor, lo que les permite generar trabajo. Pongamos el ejemplo del paso de los electrones a través de un filamento emitiendo luz (bombilla).
En el símil hidráulico que nos enseñaban en la escuela, la tensión correspondería a la altura a la que se encuentra una partícula de agua y que, cuanta más alta sea, con mayor energía bajará por un conducto.
La tensión eléctrica se mide en voltios (V) y también es denominada como voltaje. Precisamente, es a partir del nivel de voltaje (Voltios) cómo distinguimos los distintos tipos de tensión eléctrica.
¿Qué tipos de tensión eléctrica distinguimos?
Partiendo de su voltaje, encontramos tres tipos distintitos:
- Alta tensión:
Comprende los voltajes superiores a 36 kV (kilovoltios), es decir, 36.000 voltios.
Se utiliza para transportar la electricidad generada desde las centrales de producción hasta las subestaciones.
- Media tensión:
Presenta un voltaje que va desde 1 kV hasta los 36 kV.
Transporta la electricidad desde las subestaciones hasta las centrales transformadoras cercanas al centro de consumo.
- Baja tensión:
Tienen una tensión nominal que no supera 1 Kv cuando es corriente alterna o es menor a 1.5 kV cuando es corriente continua.
Es la empleada para consumir electricidad en nuestras viviendas y empresas.
* Recuerda que 1 kV es igual a 1.000 V.
Una vez entendidos los tipos de tensión eléctrica, el siguiente interrogante que resolver es cómo llega la electricidad a nuestras viviendas.
¿Cuál es el trayecto que realiza la electricidad de inicio a fin?
Como previamente explicamos, el movimiento de la electricidad depende principalmente de la tensión. Esta tensión con la que se genera la electricidad es variable. Por ejemplo, en una central nuclear o térmica es más estable, mientras que en un parque eólico varía mucho y puede incluso diferir entre aerogeneradores. Por eso, el primer paso es uniformar el voltaje y elevarlo para su posterior transporte.
- Durante su primer trayecto, desde las plantas de producción hacia las subestaciones de distribución, la energía se transporta en alta tensión. Se emplea un nivel alto porque así se logra disminuir las pérdidas durante su transporte a través de los cables de las redes de alto voltaje.
- Una vez en las subestaciones de distribución, se reduce el voltaje y la electricidad se envía hasta transformadores más pequeños localizados en las ciudades y pueblos. Hablamos de media tensión.
- Es en estos transformadores donde la electricidad reduce su voltaje y pasa a poder ser utilizada en los hogares y empresas cercanas. Bajo voltaje.
El principal motivo para tener que disminuir el voltaje que llega al consumidor final es la seguridad, ya que una tensión muy elevada es mortal para el ser humano en caso de fallo. Si consideramos la gran variedad de instalaciones y el hecho de que se trata de un servicio utilizado prácticamente por toda la población española, resulta esencial encontrar un sistema que garantice la seguridad de todos los consumidores.
Todos nuestros electrodomésticos y receptores, ya han sido diseñados para trabajar a un voltaje de 230 V. (400 V en sistemas trifásicos).
¿Son seguras estas instalaciones?
Con el propósito de garantizar la seguridad de todos los ciudadanos la inspección reglamentaria de estas instalaciones están reguladas por los siguientes decretos oficiales:
Alto voltaje:
- R.D. 223/2008 de 25 de febrero para líneas aéreas y enterradas.
- RD 337/2014 para subestaciones, centros de transformación y centrales eléctricas.
Bajo voltaje:
- RD 842/2002 de 2 de agosto y el Real Decreto 1053/2014 de 12 de diciembre.
¿Quién se encarga de inspeccionar y certificar la correcta aplicación de estos decretos?
La figura encargada de asegurar el correcto funcionamiento de las instalaciones eléctricas es el Organismo de Control Acreditado (OCA), el cual centra su actividad en la inspección y certificación de dichas instalaciones.
En cerQuo Oca como Organismo de Control Habilitado (OCA), dedicamos nuestra actividad a la inspección y certificación en el campo de la seguridad industrial, garantizando así la protección de usuarios y trabajadores.
¿Y si tu Instalación de Baja Tensión se encuentra en Madrid?
Si dicha instalación se encuentra en la Comunidad de Madrid, además de la inspección periódica de Baja Tensión, se deberá realizar la legalización o inspección inicial de esta. De ello nos ocupamos las Entidades de Inspección y Control Industrial (EICI).
Las inspecciones de Bajo voltaje que se verifican mediante estas inspecciones según el tipo de establecimiento son:
- Inspección de Instalaciones Baja Tensión Industrial
- Inspección de Instalaciones de Baja Tensión NO Industrial
- Inspección de Instalaciones Baja Tensión para Autoconsumo, aplica a instalaciones que generan electricidad para consumo propio como por ejemplo las placas solares
Las EICI nos ocupamos de realizar la tramitación, inspección y puesta en servicio de estas instalaciones ante el Ministerio de Industria.
El proceso de legalización en Madrid es el siguiente:
- Se recibe la documentación a través del Portal del Instalador.
- Realizamos la revisión documental.
- Se realiza la inspección de la instalación, en caso necesario.
- Se procede al registro de la instalación en Industria.
- Finalmente, se emite el Certificado de Inspección.
Consulta la documentación EICI que deberás aportar para legalizar este tipo de instalación en Madrid.
Si requieres de nuestros servicios no dudes en ponerte contacto con nosotros, estaremos encantados de atenderte.